Castuera, 105 años
Jesusa Pizarroso Pizarroso, una de las abuelas que viven en la Residencia de Ancianos Nuestra Señora del Buensuceso de Castuera, cumplió este 6 de enero, festividad de los Reyes Magos, 105 años de edad. 105 años en los que ha visto crecer su familia, disfrutando de 3 generaciones: 2 hijas y 1 hijo, ya fallecidos, 7 nietos y 10 biznietos. Jesusa Pizarroso nació en 1906 en la localidad de El Risco, lugar desde el que se trasladó, siendo aun muy niña, a la vecina población de Sancti-Spiritus. Aunque por aquel tiempo la esperanza de vida no llegaba a los 35 años, edad que ya han sobrepasado algunos de sus nietos, la abuela más longeva de La Serena y, probablemente, de toda Extremadura rompe con creces con esta media y, lo más importante, se encuentra feliz y disfruta de una buena salud. Como curiosidad histórica cabe destacar que el año que nació Jesusa, un anarquista atentaba con una bomba oculta en un ramo de flores contra la comitiva nupcial de Alfonso XIII y Victoria Eugenia de Battenberg; que la ciudad de San Francisco (USA) se vio destruida parcialmente por un terremoto; o que en España aún no se había matriculado ningún vehículo, el primero que lo hizo fue en 1907. Su semblante sosegado refleja una vida de trabajo y sacrificios dedicada a los suyos, y sin apenas tiempo para el ocio ya que enviudó muy joven y debió de trabajar duro en las faenas del campo para sacar adelante a su familia. La anciana reside desde el año 2000 en la Residencia Nuestra Señora del Buensuceso de Castuera. A pesar de no poder ya salir a la calle a pasear, que era una de sus grandes aficiones, todos los días recorre con su silla de ruedas las diferentes dependencias de la residencia para saludar al personal del centro con quienes les gustar charlar y también gastar bromas ya que le fallan las piernas, «pero no el buen humor», apuntan sus cuidadoras. Este año la celebración de su cumpleaños ha sido muy especial. Primero porque ciento cinco velas no se apagan todos los días, y segundo porque las trabajadoras que atienden a los abuelos estuvieron preparando durante toda la jornada una fiesta muy especial con globos, tartas, y mucha alegría. Le acompañaron sus nietos y biznietos.