Higuera de la Serena, atraco a Caja Badajoz
Un encapuchado a punta de pistola y utilizando a dos clientes como rehenes, se ha llevado 3.000 euros de la sucursal de Caja Badajoz en Higuera de la Serena. El atraco se produjo en la mañana de ayer, alrededor de las 8:40 horas, cuando un hombre irrumpió en la oficina situada en la calle Mesones, pistola en mano y con la cara cubierta con un pasamontañas, obligando al único empleado de la Caja a que le diese todo el dinero. En ese momento, en el patio de operaciones de la oficina había dos clientes, que fueron utilizados por el atracador como rehenes. A una clienta, el atracador le puso el arma en la espalda y fue obligada a tirarse al suelo, amenazando también al cajero de que le dispararía, si no metía rápidamente el dinero en una bolsa. Un sobre con 3.000 euros El empleado del banco le entregó en un sobre toda la cantidad que había en ese momento en caja, alrededor de 3.000 euros. El otro cliente, Antonio Frutos, fue obligado a cerrar la puerta y a ponerse de rodillas con las manos en alto, obligado por el ladrón. Según indicaba a nuestro periódico Antonio Frutos, «el atracador me obligó a cerrar la puerta en varias ocasiones, pero yo no le hice caso, estaba más nervioso que yo». «Después me obligó a ponerme de rodillas y a levantar las manos; parecía muy joven e inexperto, y tenía acento magrebí». Cuando el atracador se hizo con el botín, dijo al empleado y a los dos clientes, que en la calle le estaban esperando dos compañeros y que dispararía a cualquiera que les siguiese.. Aún así, Antonio Frutos salió tras el ladrón, dando la vuelta a la manzana para intentar retenerlo o identrificarlo y comprobar si había más compinches; sin embargo, el atracador, que tenía un coche aparcado muy cerca de la esquina, huyó rápidamente del lugar de los hechos. La Guardia Civil del puesto de Zalamea de la Serena se presentó inmediatamente en el lugar de los hechos después del aviso del empleado del banco. «Tardaron menos de cinco minutos», indicaba a este periódico el testigo Antonio Frutos. Es la tercera vez que ésta oficina de la Caja de Badajoz ha sido atracada en apenas cuatro años. Un triste récord.