Embalses de La Serena, La Serena, La Siberia
Apenas hacía falta unos rayos de sol y un rato de ocio para que los extremeños saliesen en tropel a ver el efecto causado por este lluvioso invierno en nuestros campos. Tras el tormentoso sábado de la ciclogénesis, llegó el sol dominical y ayer, además, estaba cantada la excursión: de turismo a ver el desembalse de los pantanos. Hacía trece años que no desembalsaban pantanos de la Cuenca del Guadiana como Cijara, García de Sola y Orellana. Ayer se convirtieron probablemente en los lugares más visitados de toda la comunidad extremeña, dada la relativa cercanía entre ellos y la facilidad por tanto para ver varios desembalses en pocas horas. En pareja, en grupos, en familia con niños pequeños.cualquier modalidad valía para ir de excursión a los pantanos. Algunos de estos parajes parecían una auténtica feria, hormigueros. Algunos viajeros no se movieron mucho, como por ejemplo Santiago Domínguez, su esposa, Crece, y dos amigas, Petri y Dolores, que llegaban al pantano de García de Sola, desde la cercana Talarrubias a eso de las 12 del mediodía. Después tomaron rumbo al embalse de La Serena, aunque éste todavía se mantiene sin desaguar, según llegaron a comentar Patricia y Esteban, una pareja que se metió para el cuerpo un buen número de kilómetros. Salieron de Villanueva de la Serena a las 10 de la mañana rumbo al pantano de Orellana. De allí al embalse del Zújar, luego al de La Serena y final de ruta en García de Sola y vuelta para Villanueva de la Serena a la hora de comer. Y de la ruta casi a la japonesa de estos dos jóvenes de Villanueva al desplazamiento mucho más tranquilo que hicieron Daniel y Juli. Esta pareja de Siruela ya había visto desembalsar en Puerto Peña; esta vez querían que su pequeño Álvaro contemplase el espectáculo. El buen tiempo es aliado de las motos. Las dos ruedas competían en número con los vehículos de cuatro. Esa fue la elección de cuatro de los componentes de la peña "El Coyote", de Miajadas. Llegaron a García de Sola a las 12.30 del mediodía en dos motocicletas. Acababan de aparcar sus motos cuando se vieron sorprendidos por el interrogatorio del diario HOY. La desconfianza inicial dio paso a una cierta complicidad. De hecho, una hora después, correspondieron con un afectuoso saludo al coincidir en el pantano de Orellana, donde continuaron su ruta motera. Otros dos moteros, Clemente y Juan Manuel, salieron bien temprano de Retamal de Llerena, localidad al sur de la provincia de Badajoz. Salen de vez en cuando de ruta y la de este domingo estaba clara. Atravesaron parajes de Cabeza del Buey y Garlitos. Su primer pantano fue García de Sola. Luego se dirigieron a Orellana y acabaron ruta, ya de vuelta a su pueblo, en La Serena. En total, unos 400 kilómetros entre pecho y espalda, calcularon. Ruma, del Centro Rural Joven Vida de Vivares, y Angelines capitaneaban una auténtica tropa de vecinos de este pueblo situado entre Miajadas y Don Benito. Viajaban a bordo de tres coches. Tras la primera escala en García de Sola y la posterior parada en el pantano de Cijara, concluyeron su periplo en Helechosa de los Montes para almorzar antes de regresar a Vivares. Alcaldes y concejales también se vistieron de turistas. Entre otros vimos al alcalde de Vivares, Eugenio Acedo. Este edil encabezaba uno de los grupos más viajeros. Comenzaron en García de Sola. «Me sorprende el desembalse porque en diciembre este pantano estaba con muy poco agua», llegó a decir. Luego se dirigieron a Cijara. Tras una parada con un rico almuerzo de carne de caza en Villarta de los Montes, pueblo natal de Acedo, el alcalde y los suyos concluyeron la jornada viendo los embalses de Orellana y La Serena. El paquete turístico completo.
