La seriedad y buena organización de la empresa Taurogestión Extemeña fue correspondida el domingo pasado, en esta ciudad, por un público que casi llenó la amplia y cómoda plaza de Recuero Sagardoy, y por la labor de los rejoneadores Leonardo Hernández y Fermín Bohórquez, que se entregaron en su buen hacer como si estuvieran en plaza de palcos , con pundonor y pureza. No ocurrió lo mismo con Ginés Cartagena, que hizo el paseíllo por la mañana en Sevilla para llegar después de la hora anunciada a Campanario, ni con la ridícula actuación de María Sara, que tuvo la suerte que el público tomara su actuación a chufla y la jalearan con coplas como “guapa, guapa y guapa”. Pero como tardó en deshacerse de su novillo más de 35 minutos, los mozos del pueblo le cantaron también la de “María de la O”. La María consintió que la pasearan a hombros por Cartagena tras la desastrosa actuación de ambos, ante la indiferencia de la mayoría y la rechufla del resto. Hernández y Bohórquez fueron los únicos que cortaron dos orejas cada uno y otras dos toreando a dúo.