Además del uso ganadero y agrícola, la otra gran función que van a desempeñar las vías pecuarias extremeñas es la de convertirse en rutas abiertas para los amantes del patrimonio cultural y el medio ambiente. No hay que olvidar que paralelamente a muchas de las grandes cañadas reales hay interesantes restos del patrimonio artístico regional y que la mayor parte del recorrido de esas vías transcurren por espacios naturales de gran interés medioambiental. Cuando las vías pecuarias se adentren en espacios protegidos , como ocurre al atravesar el parque de Monfragüe, la Consejería de Medio Ambiente tendrá todas las competencias en la gestión de ese recorrido.