«Ha sido intencionado y seguramente fruto del vandalismo». Éstas eran las palabras de Juan Manuel Morillo, conocido en la localidad como "El Abuelo" y gerente del bar al que da nombre en la calle Zurbarán cuyo interior amaneció ayer con un aspecto desolador, ya que presentaba destrozos en el techo y tenía las cortinas y persianas de una de las ventanas calcinadas como consecuencia de un fuego. El siniestro, que fue descubierto por el propio gerente del establecimiento cuando abrió él mismo su negocio por la mañana, se produjo en la madrugada del lunes al martes. Según los primeros indicios, tuvo su inicio en las cortinas de unas de las ventanas del establecimiento hostelero, que según explica el gerente, «se suelen quedar abiertas durante la noche para airear el local sin que jamás hubiese ocurrido algo». Se da la circunstancia de que los lunes este bar permanece cerrado durante todo el día por ser la jornada de descanso semanal, lo que le hace sospechar que el incendio tuvo que provocarlo alguien desde la calle. Durante la mañana en que descubrió el siniestro, el dueño del bar no salía de su asombro ante lo ocurrido y no ocultaba su impotencia, ya que aunque el establecimiento no presentaba daños materiales importantes y finalmente pudo abrir al público tras una ardua tarea de ventilación y limpieza, podría haber sido más grave e incluso causar víctimas si las llamas se hubiesen propagado por todo el establecimiento. La Policía ha abierto una investigación para aclarar los hechos.
