-La Construcción en los pueblos no es sólo obras pequeñas y reformas... -Nosotros empezamos también haciendo pequeñas reformas, pero con el tiempo, hemos ido diseñando proyectos inmobiliarios novedosos aprovechando las posibilidades que ofrece Orellana la Vieja, un proyecto hecho realidad. Actualmente nuestra empresa se ha convertido en una de las referentes en la zona. Para los dos próximos años prevemos un volumen de negocio de diez millones de euros. El sector de la construcción es un sector en auge y un motor de la economía, todo el mundo confía en el ladrillo. De cualquier modo en los pueblos todavía se pueden adquirir viviendas a buen precio. Por otro lado, también es necesario tener en cuenta que como actividad económica, la construcción en los pueblos también tienen su rentabilidad. El valor de los inmuebles en los pueblos crece en torno a un 15% anual, una cifra que ya hace tiempo que no se da en las grandes ciudades. Al sector inmobiliario lo más que le puede pasar es que se frene, pero es muy difícil un retroceso. En Orellana y su entorno existen varios proyectos industriales en cartera, será un tirón económico importante para la zona; nosotros, desde nuestro sector estaremos preparados para ofrecer la gran demanda inmobiliaria que necesitaremos los próximos años.