Monterrubio de La Serena
José Vidal Madruga no aconseja ir a Monterrubio porque está en el último rincón de La Serena, ya en el límite con la provincia de Córdoba, y fue de la Orden de Alcántara, dentro del Priorato de Magacela, y entonces era una aldea de Benquerencia de la Serena, aunque según la tradición antes el pueblo estaba en la Alcantarilla y se trasladó en el siglo XIII. No vayan a esa villa porque es un pueblo típico de campo, tiene una arquitectura popular con casas de campesinos y labradores, con portadas tradicionales de granito, algunas muy labradas y otras con escudos como las que hay en la plaza de España, en la calle Mesones y en la calle Maestra Isabel María. Mantiene Monterubio de La Serena una iglesia parroquial, desde el siglo XVI, de una sola nave, con capillas a los lados, que, en la fachada de los pies, termina en una torre alta y cuadrada hecha con sillares de granito, Además conserva una portada, que es la que menos se ve pues está al otro lado de la plaza, que es gótica. Más lugares para ver. Monterrubio tiene asimismo una ermita, la de los Cuarenta Mártires de Sebaste, más sencilla que la iglesia, que se hizo a finales del siglo XVIII después de que se acabara una gran plaga de langostas que hubo en el pueblo; dispone de pilares, donde antes bebían los ganados, como el de la carretera de Belalcazar y el de La Ribera, y de una fuente, que le presta el nombre a la calle más larga del pueblo y de la que antes bebían casi todos los vecinos, que se llama la Fontanica. No vayan a esa población porque sigue teniendo explotaciones de ovejas, y seguro que no podrás remediarlo y te untarás en un trozo de pan torta de La Serena y después !ya verás cómo sube el colesterol!. No vayan a ese municipio porque tiene muchos olivares y produce un aceite de oliva virgen extra, con denominación de origen y todo, qye está para chuparse los dedos, después de haberse tomado una tostada de pan de pueblo. Hasta tiene un Museo del Aceite, donde enseñan cómo se extraía, y se extrae, el zumo de la aceituna y cómo se las apañaban, y lo que se ponían de ropa, antes de que llegara la tecnología. Lo que decía: no vayan a Monterrubio de La Serena, porque !seguro que tendrán que volver!