Cándido Sánchez
Candido Sánchez García (Castuera 1947) es un artista autodidacta que compagina su labor creativa con su trabajo al frente de la tienda de confección que regenta en Castuera. Asegura que su afición por la pintura es algo que aprendió de la mano de su abuelo. A sus 59 años, Candido ha convertido su casa en un museo y planta alta de su tienda de confección, en el taller donde pasa sus horas libres, entre dos y cuatro diarias, rodeado de caballetes, pinturas, imágenes religiosas y cuadros. Además de la pintura, Candido es también conocido por sus trabajos de restauración en imágenes religiosas, esculturas y pinturas antiguas, tanto de particulares como de iglesias, y no solo de Castuera y su comarca, sino que cada vez es más frecuente que hasta su taller lleguen para ser restauradas imágenes de cristos y vírgenes de poblaciones de otras provincias como Córdoba. Su último trabajo ha sido la restauración de la imagen de San Isidro, una pieza de la primera mitad del siglo XX, que después de su paso por el taller de Candido vuelve a lucir con todo su esplendor. -¿Desde cuándo pinta? -Desde que recuerdo, pero en serio desde hace unos 45 años. -¿Cuándo decidió hacerse pintor? -Desde que me emocioné viendo un cuadro. -¿Cómo aprendió la técnica pictórica? -Por mi abuelo que también pintaba, era un maestro con el carboncillo. -¿Cuál es su técnica favorita? -Sobre todo el óleo, aparte de la acuarela y el lápiz. -Hasta el momento ¿Cuál ha sido el trabajo con el ha quedado más satisfecho? -Eso es muy difícil de responder, para mí todos, los hago con mucha voluntad. -¿En qué ha consistido la restauración de la imagen de San Isidro? -La intervención en la imagen y en el resto del grupo escultórico, básicamente ha consistido en la eliminación de algunos repintes, la fijación de algunos elementos que estaban sueltos y la reposición de otros que faltaban, como algunos dedos de la mano derecha, así como la pintura original que estaba deteriorada por luz y la humedad. Básicamente se ha realizado una labor de conservación, eliminando todo tipo de deterioro, retirando la suciedad que se había ido incrustando con el paso del tiempo y con el uso habitual de la imagen y en la reparación de las roturas para asegurar su perdurabilidad.