Nebrija, Orden de Alcántara
La Academia renacentista de Zalamea es ya un lugar común en la historiografía de Extremadura. Se conoce así al brillante conjunto de poetas, matemáticos, juristas, teólogos, astrónomos, médicos, filólogos, etc. que D. Juan de Zúñiga y Pimentel fue reuniendo en torno a su persona. Tan ilustre mecenas, último de los grandes Maestres de Alcántara, tuvo residencia principal en la villa del famoso Alcalde, aunque también podía residir temporalmente en Alcántara, Villanueva de la Serena u otros lugares comandados por su Orden. Hasta ellos conducía al culto séquito, donde brillaba con luz propia Antonio de Nebrija. Pese a las referencias que sobre la estancia en Extremadura (casi veinte años) el insigne humanista incluye en no pocos de sus textos, junto con las noticias agavilladas por Torres y Tapia para escribir la ineludible Crónica de la Orden de Alcántara, impresa el año 1763 (la reeditó facsímil la Asamblea, 1999), sabemos bien poco sobre dicha Pléyade de creadores e intelectuales. Ni siquiera los trabajos de Antonio Rodríguez-Moñino, Marcel Bataillon, Enrique Segura y José Cobos -por citar a los que más seriamente abordan el tema- han podido incrementar sustancialmente las noticias fundamentales. Por eso son muy de agradecer publicaciones como ésta, Antonio Nebrija y sus hijos. Relaciones con Extremadura, pues si no resuelven las carencias todas, hacen avanzar el estado del asunto, merced a las búsquedas de archivo realizadas por el autor, que en forma alguna ha querido limitarse, según ocurre tantas veces, a repetir los tópicos usuales. Dionisio Martín (Cáceres, 1966) lleva casi tres lustros ejerciendo en el IES de Campanario, lugar donde pervive la afición por la bibliografía, siguiendo tradiciones que tienen en Bartolomé J. Gallardo su máximo referente. Desde allí ha ido dando a luz una notable obra, de sólidos títulos, a veces en colaboración con otros dinámicos miembros de la UBEx (Unión de Bibliófilos Extremeños), como Bartolomé Díaz, Alonso Gutiérrez o Bartolomé Miranda. Este último es el autor de la portada. Merced a esta investigación conoceremos mejor las actividades del humanista andaluz y de su numerosa prole, especialmente del primogénito, frey Marcelo de Nebrija, con prolongada y activa residencia en Brozas, autor de Tríaca del alma, que aquí se nos resume. Está enterrado en el convento San Benito de Alcántara. Otros hijos importantes fueron Sebastián, Fabián y Sancho de Nebrija, de los cuales se ofrecen sugestivos apuntes, así como de un nieto, Antonio, que participó en la conquista de Nueva Granada. Cierra un muy interesante apéndice documental.