Moriscos, Magacela
Tras la conquista de Granada por los Reyes Católicos en 1492, comenzó para los musulmanes de la Pnínsula un momento difícil, lleno de sufrimientos y hostilidades. Así, tras un breve periodo de tolerancia, los vencedores comenzaron a adoptar posturas cada vez más radicales y xenófobas, hasta que en 1502 les obligaron a elegir entre la conversión al cristianismo o el exilio. Para los que prefirieron quedarse abrazando la fe cristiana, LOS MORISCOS, la vida desde entonces tomaría otro sentido. Las costumbres y la lengua en las que habían sido educados quedarían vetadas, siendo perseguidas sus prácticas por considerarse heréticas. La asimilación forzada de esta población, ya impuesta de manera catequética, ya a golpe de ley, y siempre condenada al fracaso, provocaría tensiones permanentes hasta el límite de tener que llegar a las armas (1568-1570) y, finalmente, a la expulsión (1609-1614).
978-84-606-5057-7