Monterrubio de la Serena
La organización Ecologistas en Extremadura, personada como acusación particular en el caso del safari ilegal practicado en Monterrubio de la Serena, recurrirá la sentencia dictada por el Juzgado de lo Penal de Don Benito contra los principales inculpados en dicha actividad cinegética. Así lo aseguró ayer Pablo Ramos, portavoz de la organización conservacionista, quien se mostró satisfecho por el castigo aplicado por delitos contra especies animales y el medio ambiente, aunque manifestó su disconformidad con respecto a que la explotación del principal inculpado pueda seguir desarrollando actividades de caza. Ramos espera que la Fiscalía también recurra la sentencia y avanzó que Ecologistas en Extremadura aguardará expectante a ver qué hace la Junta de Extremadura, personada también como acusación popular en este litigio. Sin antecedentes La reacción de los Ecologistas se produce después de conocer la sentencia de este caso que condena a dos años de prisión y a cuatro de inhabilitación para el derecho de caza a Manuel Domínguez, propietario de la finca Los Lunares, de Monterrubio de la Serena. Domínguez no tendrá que ingresar en la cárcel, ya que carece de antecedentes penales y su pena no es superior a dos años. Cabe recordar que el fiscal de la Audiencia de Badajoz, Agustín Manzano, pidió una pena de dos años y diez meses, además de cinco años de privación del derecho a cazar para el principal inculpado. El juez Rafael Estévez, titular del Juzgado de lo Penal de Don Benito, considera que Manuel Domínguez es culpable de un delito contra los recursos naturales y el medio ambiente en su modalidad de caza de especies de fauna en peligro de extinción en grado de consumación. Dicho magistrado estima probado que Domínguez organizó en diciembre del 2005 una jornada de caza de un tigre hembra, catalogado por la normativa internacional y comunitaria como en peligro de extinción. Por otra parte, la sentencia dicta una pena de 10 meses de prisión y dos años de inhabilitación a Juan Pedro Blázquez y Manuel Balsera, empleados de Domínguez, quienes tampoco tendrán que ir a la cárcel. El fiscal pedía para estos dos acusados dos años de prisión más dos de inhabilitación para cazar. Asimismo, el juez condena a Tomás de la Flor y David Jiménez a 18 meses de prisión y tres años de inhabilitación para cazar al considerar probada la participación de estas dos personas en la cacería. El fiscal solicitaba para estos dos inculpados la misma pena que para los empleados, es decir, dos años de prisión más dos de inhabilitación para cazar. Basilisa Toledano Serrano, esposa de uno de los cazadores condenados, ha resultado absuelta. Todos los acusados deberán pagar las costas del juicio, exceptuando las de las acusaciones particular y popular. En el apartado de Hechos probados de la sentencia, el magistrado de lo Penal de Don Benito estima probado que una vez que se dio muerte al felino, «todos los acusados procedieron a fotografiarse con los restos del animal en orden a inmortalizar su gesta y a modo de trofeo». Tres lobos El juez considera demostrado que el mismo día de la cacería había en la finca otro ejemplar de tigre hembra y un león en sendas jaulas, sin que haya sido constatado que fuesen a correr la misma suerte que el felino abatido. Del propio modo se declara probado que en la finca fueron hallados restos de tres ejemplares de lobo, sin que, habida cuenta de su avanzado estado de descomposición, haya podido acreditarse la causa de la muerte de dichos cánidos. También se declara probado que con antelación a la cacería del tigre hembra, falleció por motivos no determinados otro tigre, en este caso macho, que había sido trasladado desde un parque zoológico hasta la vivienda de Manuel Domínguez, sin que haya aparecido su cadáver.