La sierra de Tiros constituye el eje de un dilatado arco montañoso de más de 25 kilómetros entre las localidades de Castuera y Cabeza del Buey, en el extremo oriental de la provincia de Badajoz. A modo de muralla entre las estepas de la Serena (Norte) y de las dehesas de Benquerencia (Sur), aparece todavía bien recubierta por el bosque mediterráneo; sus roquedos sirven de refugio a una notable representación de aves rapaces, la rara cigüeña negra, ciervos y jabalíes. Pero su mayor espectáculo natural tiene lugar específicamente durante los meses invernales, cuando la mayor parte de las grullas procedentes del norte de Europa se encuentran invernando en estas latitudes extremeñas. Algunos de sus dormideros se sitúan en los recodos tranquilos de los embalses próximos, sobre el río Zújar: allí, las nórdicas zancudas pasan las horas de oscuridad agrupadas dentro del agua, como mejor defensa frente a los predadores (zorros).