Constitución de 1812, La Pepa, 1812
Pertenecían a familias acomodadas, gente con poder económico, estudios y buenas relaciones sociales. Eran militares, juristas o sacerdotes principalmente. Se trata del perfil de los diputados extremeños que participaron en la redacción de la Constitución de 1812 en Cádiz. Entonces no había dietas y quienes pudieron pagarse el viaje hasta la localidad andaluza lo hicieron. Los que no, se quedaron fuera. De hecho iban a ser 12 los diputados que participasen en aquella revolución histórica y uno no llegó por falta de solvencia. «Era José Chaves y Liaño, que tenía que suplir a un enfermo Juan Capistrano Chaves y Vargas, pero que no pudo ir porque no tenía posibilidades de pagarse el traslado», apunta la vicepresidenta de la Asamblea de Extremadura, Consuelo Rodríguez Piris. El Parlamento regional va a recordar lo que hicieron estos hombres con una serie de actividades que se extenderán hasta el próximo mes de octubre. Algunos actos se van a extender también por distintos puntos de la región. Un homenaje, en cualquiera de los casos, organizado con motivo del bicentenario de "la Pepa" que reunirá incluso a los descendientes de aquellos políticos del XIX que dejaron su huella impresa en la primera constitución española. Han sido localizados entre Extremadura, Andalucía y Madrid y entre ellos figura la marquesa de la Encomienda, Carmen Fernández-Daza Álvarez, descendiente de Fernández Golfín. Los protagonistas de aquel momento fueron los conservadores Gregorio Laguna y Calderón de la Barca, Alonso María de la Vera y Pantoja, Francisco María Riesco, Pedro Quevedo y Quintano, José Casquete de Prado y Botello y los liberales Antonio Oliveros, Francisco Fernández Golfín, Manuel Mateo Luján Ruíz, Juan María Herrera Polo, Manuel Martínez de Tejada y Diego Muñoz Torrero. Entre todos destacó este último, principalmente por su defensa a ultranza de la libertad de imprenta y la abolición de la Inquisición. De hecho realizó un total de 227 intervenciones durante su vida parlamentaria, las mismas que se le contabilizan a Fernández Golfín. Otro nombre a tener en cuenta es el de Bartolomé Gallardo, que era el bibliotecario de las Cortes de Cádiz. «La presencia de Extremadura en la Constitución de 1812 es muy importante», recalca Rodríguez. «Queremos que lo sepan los extremeños porque se trata de figuras a las que los acontecimientos posteriores de la historia han restado el protagonismo que merecen». Una de las propuestas más interesantes es la exposición que alberga desde el 19 la Asamblea recreando la época. Mostrará desde las armas que se utilizaban hasta los abanicos con los que las damas transmitían mensajes en clave o las polveras en las que algunas de ellas sacaron de España "la Pepa" cuando llegó Fernando VII; lo hicieron con los artículos escritos en papel cortado en círculos.