En plena Ruta de la Plata, Almendralejo se convierte en el nexo de unión entre Extremadura y Andalucia y ha sido denominada con distintos apelativos tales como “Ciudad del vino” o del “Romanticismo”. Estos responden por una parte a la tradición industrial vitivinícola de la zona y a la profusión de parques y hermosos rincones que caracterizan a esta villa. Además la ciudad es la cuna de grandes figuras del romanticismo español como Carolina Coronado y José de Espronceda.