Quintana de la Serena
"Quiero dejar claro que esto ha sido un caso fortuito en el que la niña desapareció y se cayó al pozo. No ha habido nada raro". Así de tajante y claro se pronunció ayer el capitán de la Guardia Civil y responsable de la operación de búsqueda de Encarnación, Francisco Gómez Morales. Quería tranquilizar a la población y despejar cualquier duda puesto que a lo largo de la semana han sido muchas las hipótesis de raptos y secuestros que se dispararon entre los vecinos. Los datos de la autopsia practicada ayer a Encarnación desvelaron que su muerte se ha producido por "ahogamiento e inmersión en el agua, de forma fortuita y no mostrando ningún síntoma de violencia". Establece que coinciden la fecha y hora de la muerte con la de la desaparición, y que su fallecimiento fue instantáneo, entre otras cosas porque no sabía nadar. FACIL ACCESO Gómez Morales también aclaró ayer en rueda de prensa que el acceso al pozo era muy fácil, a pesar de la dificultad de movilidad que tenía Encarnación puesto que "era un terreno llano junto a un camino y donde la puerta de entrada estaba abierta y sin ningún candado ni cerradura". No saltó la valla de 2,5 metros y 50 centímetros de espinos que rodea la huerta. El brocal del pozo estaba tapado con un palé de madera pero había unas escaleras con un hueco para el motor, lugar en el que se metió Encarnación. "Ahí es donde se podía haber refugiado porque había sombra y frescor si se encontró aturdida; recordemos que la niña era tímida y asustadiza". El capitán también indicó que el cuerpo había tardado tantos días en subir a la superficie debido a la temperatura del agua, entre 8 y 9 grados. Si hubiera sido una alberca que supera esa temperatura, en dos días hubiera salido a flote. Gómez Morales señaló que la investigación está totalmente cerrada y agradeció la colaboración ciudadana prestada durante todos estos días.
