Cuando el automóvil aún no era el rey de la civilización industrial, Extremadura contaba con una red de comunicaciones que no tenía nada que envidiar al actual trazado de carreteras. En total, la red de comunicaciones extremeñas forjada desde hace varios siglos se compone de casi 7.000 kilómetros de cañadas reales, cordeles y veredas. En los próximos días, el Diario Oficial de Extremadura publicará un decreto en el que se deja patente el plan de la Junta para recuperar para uso público esos 7.000 kilómetros de suelo público. Además del reglamento ya redactado, la Junta cuenta con una provisión de fondos de 600 millones de pesetas procedentes de la Unión Europea para comenzar a desarrollar este ambicioso proyecto. Esos fondos europeos deberán ser invertidos antes del año 1999.