La sombra que proyectan Las Hurdes sobre el viajero que se aproxime a esta tierra incógnita hasta fechas recientes, en que el impulso institucional ha transformado el entorno hasta convertirlo en uno de los más atractivos de la región, ya no es la amenazante de las leyendas del pasado sobre la pobreza, sino la de las altas sierras y las frondosas zonas de árboledas. Pinofranqueado, en la carretera C-512 como entrada y primera parada de aquel que se interne en esta región, ofrece ya , a pesar de la deformación de su arquitectura, rincones como el paso del río Los Angeles, una piscina natural para los bañistas sofocados, y unas vistas a la sierra de Hurdes. Desde este punto, y hacia el oeste, es el extremo noroccidental de Extremadura se abren rutas a modo de rompecabezas de paisajes por las alquerías a las que puede llegarse en excursiones a pie.
