Es probable que Extremadura sea una de las regiones más bellas, pero también más desconocidas de la España interior. Sus peculiares contrastes permiten al viajero disfrutar de la vistosidad de hermosos paisajes y, casi al mismo tiempo de la robustez de engalanadas ciudades hasta hace poco desconocidas. No obstante, la promoción turística de muchos años de trabajo, avalada por un rico patrimonio histórico-artístico y una naturaleza esplendorosa, ha contribuido a hacer de Extremadura una comunidad cada vez más visitada. Cáceres declarada Patrimonio de la Umanidad por la Unesco en 1986, la zona monumental de Cáceres muestra al visitante un rico pasado hecho presente a través de su arte y su historia y Mérida, cuyas ruinas romanas también fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad, es otro enclave de singular belleza que cuenta con monumentos de enorme importancia artística.