chozos, Campanario, arquitectura popular, arquitectura vernácula, artesanía
Ernesto Gallardo es un campanariense que desde los ocho años desempeñó labores pastoriles, puesto que durante mucho tiempo cuidó las ovejas del Marqués. Esa experiencia le llevó a aprender desde niño a hacer chozos, la típica vivienda que durante generaciones guardaba de las inclemencias meteorológicas a los pastores en las majadas. Ahora, ya jubilado y con 72 años, prefiere no perder el tiempo en los bares o en las típicas "picotas" del pueblo, y por el contrario sigue sacando a relucir su sapiencia pastoril. Por eso, hace cuatro años realizó en su parcela un típico chozo con paja de centeno, que le sirve de complemento a su casita, ya que incluso tiene allí dos camas. Sin embargo, un chozo se le ha hecho poco y ahora para matar el gusanillo ha empezado a hacer otro. Una labor, como reconoce, para la que hay que tener cierta habilidad. Aunque, ahora ha hecho el armazón con hierros moldeables, recuerda que antes se hacía con palos. Una labor que, como reconoce, es complicada sobre todo para el que no lo sabe. Un chozo construido bien y con estas características puede durar años y más si encima se pone una capa de juncos, que evita que entre el agua en época de lluvias. Lo cierto es que Ernesto se ha convertido en el último campanariense en saber hacer chozos. Juan Sánchez Huertas es otro campanariense enamorado de esta arquitectura rural. De hecho, tras patearse cinco años los campos de La Serena, publicó junto con José Antonio Calle, el libro "Los chozos de Campanario. Legado histórico y cultural de pastores". Ambos realizaron un estudio exhaustivo de las distintas tipologías de los 140 chozos de piedra censados en la prospección llevada a cabo por todo el término municipal de Campanario. Chozos que todavía resisten al paso del tiempo. Éste es de paja, pero como recuerda Juan Sánchez Huertas, éstos todavía se recuerdan con cariño. En definitiva, historia viva de las tradiciones y costumbre más ancestrales de Campanario, un pueblo tradicionalmente ganadero y con una amplia cultura pastoril.