Campanario, Premio Bartolomé J. Gallardo
El próximo viernes día 14 se fallará en Campanario el XI Premio de Investigación Bibliográfica "Bartolomé José Gallardo" que este año adelanta un mes su desenlace con respecto a ediciones anteriores. Este adelanto tiene que ver con la intención de los organizadores de separar las fechas de concesión del premio de otra convocatoria importante en la región como es la del Premio Felipe Trigo. Cuatro trabajos han concurrido este año al premio que tiene ámbito nacional y trata de incentivar la investigación en el campo del estudio de los libros, sin limitación de temática de ningún tipo. Este premio, que ha recaído hasta el momento en sectores tan diversos como la colección de villancicos de Joao IV de Portugal o la cerámica de Limoges, fue adjudicado a un extremeño por vez primera el año pasado. El ganador fue entonces el catedrático de Filología Latina de la Universidad de Extremadura, Eustaquio Sánchez Salor, que este año ha ocupado la presidencia del jurado calificador. En el jurado figuran también Luis Sáez, José Luis Bonal Zazo, Bartolomé Miranda y Carmen Fernández-Daza. Las XV Jornadas Bibliográficas que llevan también el nombre del ilustre bibliógrafo extremeño tendrán como sede este año Campanario y la localidad de Villanueva de la Serena y, como objetivo, dos nombres ilustres del periodismo y la literatura que tienen que ver con los orígenes del feminismo en nuestra región: los escritores Vicenta García Miranda y Felipe Trigo. Escritora La figura de Vicenta García Miranda ha sido estudiada por la investigadora Carmen Fernández-Daza, que indaga en la correspondencia de esta poetisa y en los periódicos de la época lo relativo a esta mujer antibelicista y de ideales liberales que sólo salió en alguna ocasión de su Campanario natal para ir a veranear a Caldas da Rainha. Vicenta nació en 1816 y murió en 1887 y sólo publicó un libro en 1855, titulado "Flores del valle". El resto de sus aportaciones están dispersas por la prensa de la época en muy diversos periódicos, ya que colaboró habitualmente con publicaciones de Bilbao, Vitoria, Santander o Sevilla. Según cuenta Carmen Fernández-Daza, Vicenta enviudó muy joven y pronto perdió también a su hijo de 11 meses y a su padre, un farmacéutico cuyo interés por los libros marcó la formación de la escritora. Muy relacionada con Carolina Coronado, se dio a conocer a partir de 1844, fecha de la creación del Liceo de Badajoz y siempre lamentó y denunció la marginación cultural de las mujeres. Lo acerado de su reivindicación llevó a que sus escritos fueran rechazados por muchos directores de diarios de la época, que solian recomendarla actuaciones más acordes con el papel adjudicado a las mujeres entonces. Su correspondencia desapareció durante la guerra civil, aunque hay testimonios de las cartas intercambiadas con Benito Pérez Galdós. Carmen Fernández-Daza califica de «media» la obra poética de Vicenta García Miranda, con algunos errores métricos y cierta falta de fuerza expresiva. Pero también dice que es «meritoria» y no desentonaría en una antología. Murió ciega. Felipe Trigo, el otro autor a destacar, será estudiado por el profesor Enrique García Fuentes en una conferencia el día 18 de diciembre. Se centrará en la novela "La bruta", publicada en 1912. Carmen Fernández-Daza recuerda que ya antes que Felipe Trigo hubo hombres que pugnaron por defender los derechos de la mujer extremeña en el ámbito laboral. Sin ir más lejos, un periódico de Llerena publicó el listado de lo que las mujeres periodistas cobraban en Nueva York como incentivo para que las extremeñas reclamasen mejores retribuciones.