Aunque será difícil saber la velocidad exacta, el impacto permite suponer que superaba el límite autorizado. En la prueba de alcoholemia dio 0,89. El lateral del vehículo que ocupaba el conductor fallecido fue alcanzado de lleno La joven herida, a planta Muere un hombre en una colisión en la que se vieron implicados dos turismos y un camión en la A-66 El conductor del vehículo que se saltó un semáforo y provocó la muerte de un joven en la avenida Juan Sebastián Elcano presentó 0,87 y 0,89 milígramos de alcohol en aire espirado en las pruebas a las que fue sometido minutos después del accidente, tasas que casi multiplican por cuatro los 0,25 milígramos autorizados por el Reglamento de Circulación. Aunque no han trascendido datos oficiales, HOY ha podido saber que la tasa mayor fue medida en la segunda prueba, lo que podría indicar que la ingesta del alcohol había sido realizada en la hora anterior al accidente, ya que el máximo se alcanza en torno a una hora después de haber bebido. Menos clara está la velocidad a la que circulaba su vehículo, aunque todo hace suponer que debía ir a unos 80 o 100 kilómetros por hora. Al menos esa es la conclusión que se extrae después de analizar la situación en la que quedaron los coches tras el golpe y el lugar hasta el que se desplazaron. Enorme impacto Testigos presenciales explicaron que el automóvil en el que viajaba la víctima procedía de la avenida Fernando Calzadilla, mientras que el presunto causante del accidente iba por Juan Sebastián Elcano en dirección a Portugal. El choque se produjo en el carril central de Juan Sebastián Elcano y como consecuencia del impacto el vehículo del fallecido cruzó los carriles de sentido Madrid y quedó alojado en la acera derecha del inicio de la avenida Damián Téllez Lafuente. Este dato, unido al fuerte hundimiento del lateral izquierdo del coche en el que viajaba la víctima, llevan a los expertos a suponer que el vehículo que circulaba por la travesía iba a una velocidad indebida. El artículo 142 del Código Penal establece que "el que por imprudencia grave causare la muerte de otro, será castigado como reo de homicidio imprudente, con la pena de prisión de uno a cuatro años". Además, cuando el homicidio se cometa utilizando un vehículo a motor se privará del derecho a conducir por un período de tres a seis años. A estas penas hay que unir las consecuencias económicas que puede acarrear un accidente con alcoholemia, puesto que las aseguradoras suelen incluir una cláusula que las exime del pago de indemnizaciones si el conductor había bebido. Lo habitual es que la aseguradora afronte la indemnización y luego reclame al conductor las cantidades, que suelen ser millonarias, como lo demuestra una reciente sentencia dictada en Plasencia que fijó la cuantía en 159.412 euros (más de 25 millones de pesetas).
Contiene fotografía donde aparece la imagen del lateral del vehículo que ocupaba el conductor fallecido fue alcanzado de lleno.