El sector turístico extremeño vive un gran momento gracias a las importantes dotaciones en infraestructuras variadas y a los esfuerzos que los propios profesionales están realizando para mejorar la calidad y los servicios al visitante a la región. Los túneles de Miravete han abierto paso al futuro con un más fácil acceso a una región que sufría de tradicionales dificultades para conectar con ella. Sin embargo, las perspectivas son muy buenas para que Extremadura dé por fin el último y difinitivo salto a la explotación turística.