Sí el jamón ibérico es el “oro” graso, si el tomate es el “oro” rojo, la torta de queso de La Serena es un diamante graso. El inginiero agrónomo Fermín López, que además de técnico de la Junta y director del Salón del Ovino es cooperativista ganadero en Castuera, sostiene después de haber visto y viajado mucho que “el queso de La Serena es tá entre los mejores del mundo”. Ello se debe a las particularidades de la leche de la oveja merina y del pasto con que se alimenta, y a unos métodos tradicionales de elaboración naturales no reñidos ya con la sanidad. La quesera de Castuera, que ya tenía cámaras de maduración, hace un mes que también elabora, “y por su calidad debe estar todo vendido”. La torta que es cremosa, está madura a los 60 días, y sale de la industria a unas 1800 pesetas el kilo, si bien al consumidor final llega a entre 2000 y 3000 pesetas. No ha sido fácil. “Cada explotación ha invertido 700000 pesetas para legalizar sus quesos”, señala Ambrosio González , presidente de la Denominación de Origen.
