Iglesia Católica
Nació el día 25 julio de 1895, a las once de la mañana en la calle del Carmen en La Haba. Hijo legítimo de D. Pedro Granda Centeno y Caridad Galea Campo de Orellana, propietarios y familia aristocrática -sobrino del conde de Granda- y naturales ambos de la misma villa, en cuya iglesia parroquial de San Juan Bautista fue bautizado el 30 del mismo mes y año por don Diego Manchado y Barquero, con el nombre de José María Santiago. Estudia toda la carrera eclesiástica en el seminario de Badajoz, en los que hace cuatro años de Latín y Humanidades (1908-1912) con la calificación de sobresaliente; tres de Filosofía (1912-15) con la calificación de notable; cinco de Teología (1915-20) y uno de Derecho Canónico o de Decretales (1920-21) con la misma calificación anterior. Destacó como excelente estudiante muy aficionado a la lectura, que siempre cultivó. El obispo de Badajoz D. Adolfo Pérez Muñoz le confiere las órdenes sagradas: Tonsura el día 15 de abril. Órdenes Menores de Ostiario y Lector los días 30 de noviembre y 20 de diciembre del 1919, en la capilla del Seminario. D.Ramón Pérez Rodríguez le confirió el Subdiaconado el día 24 de abril; el Diaconado el día 8 de mayo, en la capilla del seminario, y el Presbiterado el día 21 de Mayo de 1921. Ministerio sacerdotal Ejerce su ministerio desde 14 de julio de 1921 como coadjutor en Zalamea de la Serena hasta1923 que pasa a ser capellán de la Hermanitas de los Ancianos Desamparados en su pueblo natal, La Haba. El 14 de marzo de 1924 es nombrado coadjutor de Villanueva de la Serena, donde desarrolla su ministerio hasta su ejecución. Martirio y sepultura Según informe escrito, su detención fue de esta manera: en Villanueva de la Serena, el día 30 de julio de 1936 Dios nuestro Señor permitió que fuese asesinado este sacerdote a las ocho de la mañana, después de haber cumplido un acto de caridad, rezando un responso ante el cadáver del Sr. Barroso González, muerto en el puente sobre el río Guadiana, depositado en el Ayuntamiento; después de haber dado la Sagrada Comunión a las Religiosas Concepcionistas de esta ciudad en su convento y haber recibido el sacramento del perdón con el sacerdote D. Juan Antonio Muñoz en casa de éste; y al disponerse marchar a su domicilio, los milicianos, dueños ya de Villanueva, le dieron muerte con arma de fuego en la calle del Cristo, sin poder ser asistido por nadie, por ser según testigos presenciales -un verdadero infierno las calles de esta ciudad en dicha mañana. El móvil del asesinato solo fue por ser sacerdote. Muchísimos conciudadanos opinaron que este crimen fue debido por el odio al sacerdocio; pues en el sacerdote D. José Granda Galea no cabían móviles políticos, sociales, de cualquier otro tipo u odios militares, para que llevasen a efecto tan sádico crimen; porque entre los feligreses gozaba de buena reputación por la actividad en el desempeño de su cargo de coadjutor y por su excesiva bondad.
Contiene una fotografía en una columna, dónde aparece la imagen de Don José Granda Galea.
