En Europa el turismo rural tiene un mercado potencial de cerca de 180 millones de personas, de las cuales un 88 por ciento quiere disfrutar sus vacaciones sin salir del viejo Continente. Es por ello que Extremadura debe aprovechar sus potencialidades naturales e imitar la tradición que en este subsector tienen otras comunidades autónomas como Galicia o Navarra por citar tan sólo algunas. Los establecimientos de Alojamientos Rurales de Extremadura (ARE) tienen todos unas características comunes que garantizan la calidad que en ellos se dispensan a los visitantes, como por ejemplo: el agua potable corriente, la luz eléctrica o solar, teléfono, calefacción, dormitorios con ropa suficiente, armarios, cocina, frigorifico, fregadero, entre otras. Los precios por persona y día en estos alojamientos suelen oscilar entre las 2.000 pesetas y en algunos de ellos se pueden realizar faenas agrícolas.