Alcalde de Zalamea, Zalamea de La Serena, teatro popular, teatro
En un abarrotado graderío para casi 2.000 personas, arrancaron los primeros aplausos de esta nueva edición, en la que llevan a escena un año más la vida de Pedro Crespo, alrededor de 700 vecinos de esta población. Aunque se ha notado algo de decadencia en los espectadores que se han desplazado hasta Zalamea para disfrutar de esta fiesta popular, los que los han hecho por primera vez se mostraron sorprendidos por el espectacular montaje y el gran número de actores, a los que se les quedaba pequeño el escenario con alrededor de 100 metros de ancho por 70 de fondo y siete espacios escénicos diferentes. Es prácticamente todo un pueblo sobre el escenario, quien da vida a los personajes de la obra calderoniana, cuyos hechos basó en Zalamea de la Serena. A lo que hay que añadir, actividades paralelas, mercado de época, desfiles, teatro de calle, mesón de Crespo donde se podían degustar productos típicos de la época en el que tampoco faltaron diferentes actuaciones de todo tipo, y un decorado de toldos en toda la zona antigua del pueblo, que llevaba al visitante hasta el mismísimo Siglo de Oro. APADRINAMIENTO Este es el segundo año consecutivo en el que un actor famoso que haya interpretado "El Alcalde de Zalamea" de alguna manera, apadrine la obra. El pasado año fue el actor Pepe Viyuela y en esta edición ha sido el actor andaluz, Roberto Quintana, quien estuvo presente en la noche del sábado en la representación, el cual quedó sorprendido por el montaje y la magistral interpretación de los actores principales y de la gran participación popular. Quintana también tuvo palabras para el director, Miguel Nieto, a quien agradeció que se le haya dado el privilegio de ser el padrino de esta XIX edición al mismo tiempo que lo felicitó por poder llevar a cabo una "representación multitudinaria con personas que no son actores, en la que además aparecen animales, como ovejas, palomas, burros, mulas y caballos, por la complejidad que lleva todo esto y que salga tan bien". MENOS PÚBLICO Sin embargo, las expectativas de público asistente a esta fiesta popular, sobre todo lo que es la representación teatral en sí, no se han cumplido. Se ha notado un bajón considerable de visitantes, respecto a otros años. Según el propio director, Miguel Nieto, quien reconoce el bajón del respetable, indica que según su opinión, ha podido deberse a la coincidencia con el festival de Alburquerque, a la crisis económica y tal vez a la falta de publicidad y las pocas apariciones en los medios de comunicación. Aunque aclara que la representación ha gustado a todos los que la hayan visto por primera vez, y en sonido, e interpretación ha salido a la perfección. Por otro lado el Concejal de Cultura, José Luís Gilgado, indica que esta edición como todas las demás ha sido todo un éxito. "Me atrevería a decir, que este año ha venido más gente a nuestra localidad durante dicho fin de semana, aunque muchos, se han conformado con las actividades complementarias", aclara. Gilgado destaca la colaboración del programa "Pueblo a Pueblo", ya que según sus palabras "ha sido muy grata para nosotros, por poder integrar a personas ajenas a nuestra localidad, pertenecientes a dicho programa y hacerles participes de nuestra obra además de haber colaborado representando las suyas propias por las calles durante el mercado artesanal, y en el mesón de Crespo por la noche". El concejal subraya que se ha potenciado más aún el mercado, con un mayor número de puestos, y la incorporación en la plaza Calderón de la Barca, de un campamento en el cual se podían ver animales, exposición de armas y utensilios de la época y exhibición de cetrería. Asegura que el público como cada año sale encantado de Zalamea, los que ya conocían el montaje, cada vez les gusta más y los nuevos espectadores, sorprendidos a la vez que admirados, y con ganas de repetir. Aunque reconoce que este año la venta de entradas ha bajado algo, "la menor recaudación por la venta de localidades en esta edición entre otras cosas ha podido deberse a que han acudido bastantes grupos en autobús desde distintas localidades de Extremadura, y los grupos tienen un precio especial", asegura. Gilgado ha querido aprovechar nuestras páginas para agradecer a todos los vecinos y vecinas de Zalamea, que cada verano de forma altruista y desinteresada, hagan posible que este pueblo vuelva a revivir su historia. Animando además a que sigan colaborando y participando para poder seguir mejorando año a año. XX EDICIÓN Según el director de este montaje de teatro popular, Miguel Nieto, la próxima edición debe ser algo especial. Son 20 años los que se lleva realizando esta fiesta habiendo alcanzado importantes reconocimientos y sellos de calidad. El último de ellos fue precisamente la Medalla de Extremadura, otorgada al pueblo de Zalamea por llevar su historia por los cuatro puntos cardinales a través del teatro. Son muchos los actores y actrices que han comenzado actuando de niños y niñas en las primeras ediciones, pero que ya son adultos y su intención es la de interpretar papeles principales, esos papeles que les parecían inalcanzables por ser pequeños, pero aunque la obra de "El Alcalde de Zalamea", sigue siendo la misma al margen de algunas novedades, ellos han crecido y han ido evolucionando en otras interpretaciones evidentemente por la edad. Actualmente se puede decir que esta representación teatral, cuenta con una fabulosa cantera de participantes que poco a poco irán progresando para que esta fiesta popular no decaiga. Zalamea de la Serena ya es un referente del teatro, al haber hecho suyos los versos de Calderón de la Barca que cada año de forma ininterrumpida, llevan a escena de una manera magistral bajo la dirección de Miguel Nieto en un montaje que llega a ser todo un espectáculo. Uno de los principales artífices de que sean ya 19 ediciones y que si por algún motivo, dejase de llevarse a cabo, sería como destrozar un monumento de esta localidad. Algo que los ilipenses siguen cuidando como parte de su patrimonio artístico e histórico, a lo que no le falta cantera, niños y niñas que vienen con la misma ilusión e interés que sus padres y abuelos con los que participan juntos en muchos casos. Niños y niñas que no entenderían una Zalamea sin teatro en el mes de agosto, es como si no hubiese feria, o más aún, como si no hubiese dístylo o capilla del Cristo o el majestuoso castillo en este municipio. Ya que es algo que han visto siempre, que lo conocen de toda la vida lo mismo que la representación teatral de "El Alcalde de Zalamea" que el próximo año cumplirá 20 años.