Quintana de la Serena
Tres días después de la desaparición de Encarnación Carmona González, una joven de 27 con discapacidad psíquica y una edad mental de 14 años, sigue sin conocerse su paradero. A pesar de las arduas tareas de búsqueda, no existe ninguna pista que aclare su desaparición. El rastro de Encarnación se perdió la tarde del sábado 7 de julio en Quintana de la Serena (Badajoz) poco antes de las cinco de la tarde. Acababa de llegar con sus padres de Ciudad Real, donde tienen su residencia habitual; descargaban el coche cuando ya notaron su ausencia. Sin embargo, pensaron que se había ido a casa de sus abuelos. La alarma saltó cuando se dieron cuenta de que no estaba en el domicilio familiar. A partir de ese instante se inició un intenso dispositivo de búsqueda que a última hora de anoche, seguía siendo infructuoso. Y cada minuto que pasa hace desvanecer la esperanza de una familia y un pueblo volcado en su búsqueda. HELICOPTERO Y BUZOS Desde su desaparición se ha peinado todo el término municipal de Quintana de la Serena y alrededores. La búsqueda más intensa se produjo el domingo cuando más de 500 personas trabajaron en el dispositivo. Estuvieron apoyados por un helicóptero de la Guardia Civil de Sevilla, agentes del Servicio Rural, un equipo cinológico de rastreo compuesto con dos perros, agentes del Seprona, Policía Local, Policía Judicial de la Comandancia de Badajoz, vecinos y miembros de Cruz Roja de Quintana y de Don Benito, indicó Isabel Murillo, directora de Recursos Humanos de Cruz Roja Quintana y una de las coordinadoras de las batidas. Las labores de búqueda se reanudaron ayer por la mañana con los buzos del GEA que rastrearon las cientos de charcas existentes en la zona minera de granito. Allí las explotaciones abandonadas se llenan de agua, algunas con mucha profundidad, donde podría haberse caído. Incluso los trabajadores de las empresas explotadoras dedicaron los primeros 5 minutos de su jornada a inspeccionar su lugar de trabajo, a petición del alcalde, Juan Manzano. Por la tarde, se convocó una batida popular en la que también participaron vecinos de Zalamea que fletó un autobús. EN LA HARINERA El padre de Encarnación, Inocencio, acompañó ayer a la Guardia Civil a rastrear una vez más la antigua fábrica de harina, a escasos metros del domicilio familiar. Tanto él como sus otros dos hijos y su mujer mantienen la esperanza de que pueda estar allí. "Pienso que mi hija puede estar en todos sitios pero tengo la esperanza de que esté aquí", explicó a EL PERIODICO. Asegura que Encarnación no tiene la resistencia física suficiente como para ir muy lejos, por lo que su familia insiste en buscar en este viejo edificio, de varias plantas. Mientras, su madre, María Teresa González, explicaba que su hija es muy asustadiza y tímida, por lo que cree que se ha podido despistar. La condición de joyero de los padres de Encarnación, que regentan un negocio en Ciudad Real ha despertado la posibilidad de un secuestro. Hecho que ayer sus familiares y allegados no contemplaban. De momento, la Guardia Civil mantiene la hipótesis de la desaparición voluntaria o accidental y hasta que no pasen 72 no "abriremos otras líneas de investigación".