Castuera
Por tercer año consecutivo la Asociación Memorial Campo de Concentración de Castuera (AMECADEC) ha organizado unas jornadas que tienen como principales objetivos, tanto el rescatar del olvido y honrar la memoria y la dignidad de las personas que murieron o pasaron por el campo de concentración, como para evitar que caigan en el olvido las vidas y los testimonios de los republicanos victimas de la represión franquista. La voz de los que sufrieron la represión, los estudios históricos, los testimonios recogidos por historiadores, periodistas o familiares de las victimas y la presencia tanto de victimas, como de investigadores o escritores, hacen de estas jornadas lugar de encuentro y foro de reflexión sobre ese periodo histórico, a través del análisis de unos acontecimientos que fueron silenciado durante muchos años. Durante los tres días en que se han desarrollado estas jornadas, los asistentes han tenido la oportunidad de visionar documentales, asistir a charlas, coloquios, presentaciones de libros, y sobre todo, de escuchar las voces de mujeres y hombres que sufrieron la represión franquistas. Entre los protagonistas de las jornadas, que en esta tercera edición han estado dedicadas a las mujeres, cabe destacar la presencia de Concha Carretro, Ángeles García Madrid y la miliciana extremeña Maria de la Luz Mejías Correa, entre otras. Concha Carretero estuvo condenada y escapó de morir fusilada junto con otras trece mujeres en un trágico episodio de la represión, que lejos de perderse en el olvido, el tiempo ha convertido en un mito que es recordado como las Trece Rosas. Concha Carretero rememoró en un tremendo testimonio de dignidad y coraje, su detención el 5 de marzo de 1939 y su paso por la cárcel donde sufrió todo tipo de vejaciones y torturas. Ángeles García Madrid, escritora y testigo vivo también de esos acontecimientos, ofreció su testimonio personal del horror de las cárceles franquistas de mujeres y de sus aspectos más siniestros. García Madrid es la autora de entre otros, del libro titulado Réquiem por la libertad, un relato que cuenta la verdad del sufrimiento, la humillación y la tortura física y moral a que fueron sometidas las mujeres que defendieron los ideales republicanos y donde se recoge la historia de las trece rosas, trece mujeres jóvenes fusiladas con las que coincidió en la cárcel madrileña de ventas. De igual modo, la extremeña María de la Luz Mejías Correa, relató sus años de lucha, su paso por el frente, su detención y los seis años que permaneció presa, así como la persecución y represión que sufrieron sus familiares. Un violento testimonio del horror que su nieto Manuel Pulido recoge en el libro titulado Así fue pasando el tiempo. Memorias de una miliciana extremeña. Así mismo, cabe destacar las conferencias ofrecidas por las historiadoras Fernanda Romeu Alfaro y María Milagros Montoya Ramos. Marcha El epílogo de estas jornadas lo puso un año más la marcha al campo de concentración que se desarrolló en la mañana del domingo día 15 y que como en anteriores ediciones transcurrió con absoluta normalidad. Desde primcipio de la mañana las banderas republicanas comenzaban a aparecer por la plaza de España, desde donde partiría la marcha. Varios centenares de personas provenientes desde distintos puntos de la geografía extremeña y de otras regiones, volvieron a darse cita en Castuera para asistir a este emotivo acto que culminó en el lugar donde estuvo instalado el campo de concentración con el izado de la bandera republicana sobre una peana en ruinas que aún se conserva del campo y la lectura de manifiesto. Falta de consenso Lo que no se consiguió en el transcurso de estas jornadas fue que los grupos políticos del ayuntamiento de Castuera, en el pleno extraordinario celebrado, se pusiesen de acuerdo para aprobar la propuesta de la asociación AMECADEC sobre el reconocimiento a las victimas de la Guerra Civil y la dictadura franquista, aunque según manifestaron seguirán trabajando hasta alcanzar el acuerdo.