Si se cumplen las previsiones de la Junta , van a brotar como hongos por los más diversos lugares de la geografía regional. Pequeñas casas en mitad del campo , hotelillos pequeños junto a cualquier río, viejos cortijos remozados para acoger a una familia en alquiler por algunos días e incluso algún antiguo convento se convertirá (en brozas) en moderno refugio para aquellos interesados en disfrutar unos días de vacaciones y disfrutar de las bellezas del campo extremeño . Esta oferta de turismo rural ha sido acogida de manera entusiasta por bastantes extremeños, que creen que encontrarán con este sistema unos ingresos añadidos a sus ocupaciones habituales. Hasta la Consejería de Turismo han llegado ocho proyectos para otras tantas casas rurales en Sierra de Gata, catorce en la Serena y seis en el Valle de Jerte.