crisis económica, cierre PAC
«Se va a mermar la calidad de vida en las zonas rurales», son las palabras con las que comenzó el alcalde de Quintana de la Serena, José Ángel Benítez, la rueda de prensa que ofreció para mostrar su malestar e indignación por el cierre del servicio de urgencias de un municipio con más de 5.000 habitantes. Además, rebatió el argumento del director General del SES, Albino Navarro, de que en muchos casos los servicios de urgencias atendían solo a una persona durante el fin de semana y que la medida solo afectaría a pequeñas poblaciones. Dijo que Quintana no es un municipio pequeño y que el promedio de usuarios de urgencias es mayor incluso que el del centro de Salud titular como es Campanario, ya que en principio ya hay que contar con los más de 400 enfermos de silicosis que necesitan ocasionalmente la aplicación de aerosoles y otros servicios, entre otras muchas cosas. Todo esto se ha enviado a la Consejería de Sanidad entre otros muchos motivos y, al haber obtenido sencillamente la contestación a través de los medios, se ha creado una plataforma reivindicativa en la localidad, en la que participan todas las asociaciones y otros colectivos sociales. También se está pidiendo a toda la población, que participen en la manifestación que tendrá lugar el día 31 en Mérida, para la que se han dispuesto autobuses gratis. De la misma manera, Antonio Blázquez, alcalde de Monterrubio de la Serena, localidad a la que también se le ha modificado el horario del centro de salud, del que además dependen las pedanías de Helechal y la Nava, afirma que esta medida afectará tanto a los municipios que se han quedado sin urgencias, como a los que tienen que acudir. Otro afectado es Campillo de Llerena, al cual, según la concejala de Bienestar Social, Antonia Linares y el propio Alcalde Tomás Ramiro, le preocupa de gran manera al encontrarse a 31 kilómetros de Azuaga, centro de cabecera.