Cabeza del Buey, Diego Muñoz Torrero
Muchos historiadores reconocen que las Cortes de Cádiz y su constitución no hubieran sido lo mismo sin el ímpetu de Diego Muñoz Torrero. Fue el primero en intervenir en la jornada inaugural del 24 de septiembre de 1810. De él provenía su bandera, de tafetán con dos fajas rojas y una amarilla intermedia. En el Ayuntamiento de Cabeza del Buey se puede ver la primera reproducción de esta enseña de su "hijo" más ilustre. La casa donde nació también se conserva. Con motivo del segundo centenario de las Cortes de Cádiz, en 2012, "Cabeza del Buey proyecta varias iniciativas para recordar la figura de tan carismático político", expresa el alcalde de la localidad, José Muñoz Núñez. El nacimiento de personajes relevantes no es casualidad. La importancia estratégica de la localidad la dotó de importantes vías de comunicación que siempre han acercado hasta el municipio personajes e ideas provinientes de Castilla o Andalucía. Primero fue importante para romanos-termas-, visigodos, árabes, castellanos de la Orden de Alcántara- castillo de Almorchón- y enclave fundamental en el paso de los ganados de la Mesta. Después, con la llegada a partir del siglo XIX de la línea férrea Madrid-Badajoz, vía Ciudad Real. Sus parajes naturales son propicios para descansar en alojamientos rurales e incluso realizar rutas a caballo. No en vano, existe una asociación deportiva, Terraire, para canalizar estas actividades. Además, se encuentra muy cerca de los importantes embalses de la zona, lo que le ha permitido dotarse de diversos establecimientos de restauración y servicios para los cada vez más turistas de embalses. Y por si fuera poco, visitar Cabeza del Buey permite hallarse en uno de los vértices del triángulo- junto a Monterrebio y Benquerencia de la Serena- que conforman las tierras productoras del aceite Denominación de Origen Monterrubio. El olivar, junto a diversos cultivos de cereales, conforman las principales fuentes de ingresos de la localidad. El sector ganadero sobrepasa las 125.000 cabezas de ganado. Aqui destaca el ovino, la primera actividad del pueblo, con la venta de queso, leche y carne de cordero. El cooperativismo es la f´romula elegida por los empresarios de la ciudad, pero no sólo en los sectores agroganaderos- la ganadera Alanser y la olivarera Nuestra Señora de Belén- sino también en los industriales, como son las áreas textil, construcción, equipamientos deportivos y parques infantiles, cerámica y ladrillos o cableado para trenes. En opinión del alcalde José Muñoz Núñez, "el cooperativismo de nuestro pueblo son los gremios de antaño; desgraciadamente no contamos con grandes inversores, por lo que los empresarios de varias actividades comunes se unen, y aqui en nuestra localidad de Cabeza del Buey, con notable éxito".