El termalismo es una de las grandes bazas turísticas con las que cuenta la región aunque no está explotada en su totalidad ni ha alcanzado el desarrollo total. Prueba de ello es que los profesionales del turismo regional quieren que la Hidrología se introduzca como asignatura en los estudios de medicina así como dar a conocer las propiedades terapeúticas de estos tratamientos con la intención de ofrecer un producto de calidad. Para disfrutar de las excelencias de las aguas termales no es necesario estar enfermo sino tener ganas de descansar y mejorar el estado de salud. Lo ideal para atraer a viajeros es desarrollar un programa complementario de actividades que sirvan de acicate como por ejemplo los gimnasios, las saunas, los salones de belleza para que se pueda acceder a grupos con un nivel abquisitovo mayor. El balneario de Alange es famoso por el atractivo de sus instalaciones, llenas de encanto, que hacen sentir al viajero que se encuentra en la época de la Roma clásica.
