El santuario Nuestra Señora de Belén es un elemento fundamental de la historia de Cabeza del Buey, parte de su patrimonio cultural y del orgullo de los caputbovenses. Data del siglo XIII, cuando Fernando III donó estas tierras a la Orden del Temple, que construyó su cuartel-granja-convento en las inmediaciones y alzó una capilla a la Virgen de Belén, cuya imagen primitiva fue una Virgen negra, madre, sentada sobre una cátedra, con el Niño sostenido en su regazo y ambos con la mirada fija en un mismo punto. Aunque no se puede afirmar con seguridad, la tradición cuenta que en este lugar se apareció la Virgen a los pastores. La leyenda dice que la imagen primitiva había sido tallada en la madera de un olivo del huerto de Getsemaní y traída por El Temple o posteriormente por monjes de Tierra Santa. El edificio fue declarado Bien de Interés Cultural como monumento. La romería de Belén se celebra el 27 de septiembre, “La postaora bella”. La Virgen pasa 14 días en la parroquia de Nuestra Señora de Armentera y después la llevan los romeros hasta el santuario, en un encuentro al que asiste gente procedente de toda España.